El té verde japonés es famoso por sus ricos sabores y beneficios para la salud y se cultiva en varias regiones, desde el sur de Tohoku hasta Okinawa. Veamos algunas de las principales variedades de plantas de té que hacen que el té japonés sea tan único.
Yabukita
La yabukita es la variedad de té más cultivada en Japón y representa más del 75 % del cultivo de té. Esta popularidad se debe a su adaptabilidad al clima japonés y a su facilidad de cultivo. La yabukita es muy apreciada por su umami equilibrado, su astringencia y su aroma, lo que la hace adecuada para una amplia gama de tés, incluidos el sencha, el fukamushi-cha y el gyokuro.
Okumidori
Creada mediante el cruce de Yabukita con una cepa nativa de Shizuoka, Okumidori se cultiva principalmente en las regiones de Kinki y Kyushu. Ofrece un sabor refrescante y fresco, y se cosecha más tarde que Yabukita para evitar que se superpongan los períodos de mayor actividad. Okumidori se destaca por sus hojas de un verde vibrante, su aroma a cítricos y su sabor profundo y rico.
Benifuuki
Benifuuki es un híbrido de la variedad Assam y una cepa introducida desde la India. Aunque originalmente se desarrolló para el té negro, Benifuuki se procesa utilizando métodos de té verde, lo que da como resultado un producto único. Tiene una fuerte astringencia y un aroma agradable, y es rico en catequinas metiladas, que tienen propiedades antialérgicas. Esto hace que Benifuuki sea popular en los suplementos para la salud, en particular para aliviar la fiebre del heno.
La diversidad del té verde japonés refleja la variedad de cepas de plantas de té, cada una de las cuales ofrece sabores y beneficios únicos. Conocer estas variedades (Yabukita, Okumidori y Benifuuki) mejora tu apreciación del té japonés.
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